25 de junio de 2010

Marathon de tenis



El estadounidense John Isner y el francés Bícolas Mahut han protagonizado el partido de tenis más largo de la historia durante el Torneo de Wimbledon, imponiéndose finalmente el yankee por uin asombroso 70-68 en el último set. Verdaderamente meritorio el esfuerzo de estos dos jugadores que se han vaciado a lo largo de los tres días -11 horas en total- que ha durado el match. Pienso que ambos tenistas han podido llegar a la desesperación al ver los derroteros que tomaba ese eterno quinto set y que hasta podría escribirse un libro del estilo del que hace años se publicó sobre la ascensión a "Alpe d'Huez" o filmar una película del tipo de "Danzad, danzad malditos" el tremendo film de Sidney Pollack que protagonizara en 1969 Jane Fonda.

A lo largo del envite se jugaron más de 840 puntos y 162 games, se conviertieron más de 180 aces y, tal fue lo imprevisto del marcador, que la pizarra oficial del tanteo fue apagada cuando se igualaron en 50 ya que no estaba preparada para contar más que esa cifra, por lo que la organización decidió dejarla fuera de juego para no confundir a los espectadores. Dificilmente podrá suceder una cosa igual, máxime si consideramos que el actual record lo ostentaban el francés Fabrice Santoro y su compatriota Arnaud Clement, en un partido disputado en Roland Garros 2004 que duró 6 horas y 33 minutos, casi la mitad que éste.

Y la peculiar noticia de este record, nos trae a la memoria el que posiblemente sea más sonado de los Torneos del "Grand Slam", un campeonato que hasta la llegada de Rafa Nadal, que consiguió por fin coronarse campeón en 2008, solamente habían traído para España el legendario Manolo Santana, que se impuso al americano Dennis Ralston en 1966 y la aragonesa Conchita Martínez, que veintiocho años después se imponía a la tan poderosa como veterana Martina Navratilova. Wimbledon nos trae a la memoria los nombres de ganadores tan ilustres como los famosos leñadores australianos como Rod Laver, John Newcombe, Roy Emerson, los norteamericanos Arthur Ashe, Satn Smith, Jimmy Connors, John McEnroe, Andrea Agassi y Pete Sampras, los suecos Bjorn Borg y Stefan Edberg, el aleman Boris Becker y el suizo Roger Federer ... un auténtico elenco de dioses del tenis.

Pero Wimbledon nos trae a la cabeza otra cuestión no menos importante: el imperio del fair play, la elegancia sobre el césped, la exigencia de vestir de blanco y la entrega final de trofeos presidida por la elegantísima Duquesa de Kent; toda una forma de ver el deporte que parece olvidada en el resto de acontecimientos de esta naturaleza, como si este lugar de Londres se hubiera convertido en el último reducto de la "politesse" deportiva.



10 comentarios:

veronicia dijo...

Hoy estamos solos... Modestino, y yo es que no entiendo nada de tenis, pero has hablado de elegancia y he asociado ideas... y he empezado a buscar, a que me recordaba esto... de los polos blancos... y he recordado una marca Fred Perry y la he buscado en Wikipedia, y resulta que este señor fue durante los años 30 una leyenda y fundó una conocidísima marca de ropa cuyo logo son las dos ojas de laurel...
Hay dejo dicho esto directamente extraído de la wiki...
"Nunca te acostarás sin saber una cosa más"
Un abrazo, feliz día!

Modestino dijo...

Pues añade otro conocimiento, pues Lacoste, el de los polos del cocodrilo, también fue campeón de tenis.

En cuanto a esa soledad que dices, hay post que están abocados a escasos comentarios ... aunque a veces te llevas sorpresas, como que Carlos Gardel tenga más predicamento que Los Secretos.

ana dijo...

Bueno, pues no estáis solos... pero es que yo de tenis... "ná" ... en fin.

Que tengáis un feliz... VIERNES!!!

annemarie dijo...

La panorámica de los courts que mostras es impresionante. Tal vez sea tiempo de adoptar aquí el tie-break, vieja invención muy civilizada y muy sencilla. :)) También pienso que el tenis sin la exigencia de vestir de blanco no tiene la mitad de la gracia. :)) Y ahora, el Portugal-Brásiuuuuuuu!

Suso dijo...

A mi me parece algo de tontos. Digo, dos tíos durante 11 horas dale que te pego , pim pam, pim pam, ventaja,punto, ventaja, punto, ventaja...no sé, dos frontones con muy poca cabeza, supongo.

¡¡¡Once horas!!!

Y lo que más me llama la atención es la duquesa de Kent, a juego el peinado con lo que se supone que debía de llevar en su interior la ensaladera, cuando saluda de una manera absolutamente ficticia, hueca, afectada, recoge pelotas a recogepelotas, con un saludito de mano fofa, y se para a hablar con cada uno...¿qué les dirá?...

Acuérdate de la mujer de Orantes, que la entrevistaron antes de un partido de su marido, Manolo,a pie de pista,y dijo al del micrófono..."¡uy!, ¡yo a mi marido le doy mucha suerte porque tengo la costumbre antes de cada partido de besarle las pelotas!"

Imagina la cara del periodista mirando a cámara con ojos de Belfegor...y la señora, para arreglarlo exclamo...¡¡¡LAS DE TENIS, CLAROOO!!!

tomae dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
tomae dijo...

Creo que ese día Her Majesty Elisabeth II decidió ir a ver tenis...(la noche anterior escuché como la prensa inglesa pregunataba a Nadal que opinaba de tan real asistencia)...hacía la porra de años que no asomaba el sombrero por la pista...

¿No quería ver tenis?

Tenga! Sra.Reina! vea tenis...vea

*Rafael Nadal no se dejó impresionar por tal Real presencia...

Modestino dijo...

Gran anécdota la de Orantes, y es que nunca hay que intentar arreglar los deslices.

Noemí Baneem dijo...

Para mi, ese partido es una demostración de esfuerzo y de tesón, ya que ninguno de los dos lo dió por perdido. Es un ejemplo de que más que fuerza física, hace falta una gran fuerza mental. Con ella se llega muy lejos.

Modestino dijo...

En deportes, como en otras facetas de la vida, es totalmente cierto que las ganas, la ilusión, la concentración mental son fundamentales, y muchas veces consiguen equilibrar fuerzas que en principio no son iguales.