3 de abril de 2010

"Suzanne", Leonard Cohen (1967)



Escuché hablar por vez primera de Leonard Cohen en 1977; hacía por entonces 2ª de Derecho y recuerdo que me habló de él un estudiante de Románicas algún año mayor que yo. He de reconocer que tras oír un auténtico panegírico de esta cantautor canadiense, al escucharlo no sentí especial emoción y su nombre quedó en mi cabeza como uno de esos cantantes de culto que debían de ser buenísimos pero cuya música no alcanzaba a mis capacidades.

Evidentemente, a partir de entonces he seguido oyendo hablar mucho de Cohen y ha ido calando en mis entretelas que se trata de un autentico "number one"; el hombre debe de ser todo un personaje, además de un rato peculiar, como lo demuestra su ingreso en 1994 en un monasterio zen californiano. Leonard Cohen procede del mundo de la literatura, desde donde saltó a la música en 1967 con el disco "Songs of Leonard Cohen"; desde entonces atravesó varias temporadas irregulares que concluirían con su resurrección en 1988: "I'm Your Man". Sus inicios como poeta se notan en sus canciones, de manera que su amigo y confidente Alberto Manzano asegura que en Cohen "sus versos, musicados o no, son lo mismo, no encuentra distinción entre poesía y canción".

Por lo visto Cohen no es un hombre emocionalmente equilibrado, y se le ha bautizado como el "depresivo no químico más poderoso del mundo". En 1975, el cantante tocó fondo, y abrumado por sí mismo y por su responsabilidad, se retiró a la isla griega de Hydra, donde años atrás había conocido a una de las mujeres de su vida, Marianne. Sus canciones sobresalen particularmente por la fuerza y calidad literaria de sus letras e influyeron en la mayoría de cantautores contemporáneos.

"Suzanne" fue publicada inicialmente como poema dentro del libro "Parásitos del paraíso" y fue versionada musicalmente por vez primera por la cantante folk Judy Collins, quien introdujo a Cohen en los círculos musicales y a grabar sus primeros discos; fue John Hammond -famoso cazatalentos de CBS- el que dio el empujón definitivo a Cohen, tras ver actuar al canadiense en el Festival de Folk de Newport de 1966.

Con el tiempo, aunque he de admitir que he escuchado muy poco a Leonard Cohen, he aprendido a valorar su canción Suzanne, un tema intimista lleno de fuerza; Cohen ha pasado siempre de cualquier planteamiento comercial y de las grandes campañas promocionales y es, sin ninguna duda, no sólo un mito de la música moderna, sino un cantante peculiar y distinto.


7 comentarios:

sunsi dijo...

Cohen...Un viejo conocido. Quizá porque soy del "Patio de letras" de la Central.

La música de Leonard Cohen te va sosegando hasta que se convierte en susurro. Entonces empiezan a asomar los pensamiento más escondidos.

Me he servido de su música para Talleres de escritura que intentaba meter con calzador en las escasas horas de lengua castellana. Con los adolescentes es muy difícil que el aula esté en silencio. Recuerdo que con Cohen sí era posible. Tenían que escribir sin pensar demasiado... lo que fluyera. La cuestión era perder el miedo al papel en blanco.

Le debo mucho a Cohen, aunque al principio los chicos protestaban porque era -decían- música de funeral.

Gracia, Modestino.Me trae muchos recuerdos.

Un saludo desde Tarraco.

Mariapi dijo...

La voz de Cohen me atrapa. Me gusta especialmente "Dance me to end of love". Gracias, casi lo había olvidado...buen sábado de Gloria.

Modestino dijo...

Sín que es verdad eso de que Cohen sosiega.

Modestino dijo...

Ana, hemos escrito el ciomentario a la vez: ¡Que divertido".

Acabo de llegar de Comarruga, donde me he tomado una excelente paella con unos amigos: que nostalgia, de Tarraco, del mar, de la brisa, ...

sunsi dijo...

Modestino... Cohen. Música perfecta para la nostalgia. Seguramente en verano haremos algo para podernos reunir en Tarraco un grupo de blogueros. A Jesús se le da bien la barbacoa. Y suele correr la brisa... ¿Te apuntas? A Ana le hace mucha ilusión y seguro que a Mariapi también. Apretadicos, pero cabemos... creo.

Un saludo desde Tarraco.

¡¡¡Feliz Pascua!!!

Modestino dijo...

Buena compañía y una barbacoa son cosas francamente atrayentes.

Alberto dijo...

Leonard Cohen sigue siendo uno de los más grandes artistas de los dos últimos siglos. Su última y larguísima gira fue ejemplar, el concierto de Zaragoza en septiembre pasado fue de lo mejor que hemos visto en esta década.