28 de abril de 2010

Santa María del Mar



A la hora de hablar de la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona no se si destacar, sencillamente, su belleza, o poner el acento en la sobriedad, algo que en este caso no hace sino incrementar su hermosura o hacer un canto a la paz interior que uno siente cuando pasea por sus naves, cuando contempla su bóveda, su ábside, ... todos y cada uno de los elementos con los que sus arquitectos construyeron esta maravilla. En Santa María del Mar es fundamental la luz; los ventanales y los óculos facilitan su entrada y otorgan al interior de la iglesia una luminosidad impactante, que te traslada literalmente a la gloria.

Santa María del Mar es una joya del gótico, pero, además, tiene algo especial, un plus de belleza que viene dado, en opinión de un completo inexperto como yo, por un lado de la grandiosidad del edificio, algo que impone e impresiona y, por otro y como ya he indicado antes, de la austeridad; quienes construyeron esta magnífica iglesia sumaron al trabajo hecho a la perfección, una sobriedad que aporta un mayor sentido de lo espiritual, que ayuda a tocar directamente lo trascendente cuando uno entra en su interior. Santa María del Mar necesita del silencio para ser contemplada mejor, ese silencio que transporta a otras épocas y, sobre todo, a otros estadios más elevados y que muchos llamamos simplemente oración.

He hablado de austeridad, pero ésta no impide que también podamos hablar de majestuosidad, porque la iglesia posee la grandeza de la belleza, de la perfección en su elaboración y de la presencia casi palpable por los sentidos de Dios, quien necesariamente tuvo que inspirar directa y decisivamente la construcción de esta maravilla.



11 comentarios:

Mariapi dijo...

Suelo entrar en Santa María a última hora, cuando apenas quedan turistas.
Casi siempre me acompaña un fondo musical bien escogido, desde Gregoriano a Mozart, ya está todo en penumbras.
Por encima de toda la Belleza que describes, brilla el blanco de la imágen de Ntra Señora, presidiendo.
Esta tarde buscaré en sus rincones los detalles que nos cuentas, Gracias Modestino.

Modestino dijo...

Yo no soy un experto en Santa María del Mar, he estado -además- muy pocas veces, por eso solamente he hablado de sensaciones y de impresiones generales ... ¿qué te puedo contar a tí y a tantos, Mariapi?...

Alberto dijo...

Por fuera es preciosa, una belleza del gótico.

Por dentro he intentado entrar dos veces y... estaba llena de turistas. Para finales de junio creo que pasaré algún día en Barcelona, haré otro intento, a horas algo menos transitadas por turistas.

Modestino dijo...

Imagino que será difícil y complicado acceder con paz y tranquilidad al interior en épocas de vacaciones. Yo recuerdo haber ido algún domingo durante el curso y entonces todo es más sencillo.

Anónimo dijo...

Según la novela de Falcones, fué construida por el pueblo llano, en concreto por los pescadores que fueron los encargados de bajar las piedras, cargadas en las espaldas, desde Montjuïc.
Puede que ese sea el motivo de su sobriedad, para distinguirla de la Catedral,frecuentada por la nobleza y los señores feudales.
Es de admirar, que con los pocos medios que entonces había,fueran capaces de levantar las catedrales que hoy en día aún podemos disfrutar.

paladín dijo...

Gracias Modestino, hace unas semanas, de noche, entré con mi familia y ......... sin palabras. Cuando lea tu post Rosaura seguro que entra a saco, has tocado su fibra sensible.

Ouka dijo...

Lo que más me impresionó de Santa María del Mar es su interior, sorprende que una iglesia tan grande y (para mi gusto)tan fría por fuera, pueda por dentro llamar tanto al recogimiento, sobrecoge su altura, la proporción de sus columnas y sus luces y sombras y al mismo tiempo es cálida y acogedora, invita a rezar, a pensar y a guardar silencio.
Preciosas fotos Modestino, gracias

Modestino dijo...

Es cierto que "La Catedral del Mar" explica muy bien los orígenes de la construcción de esta catedral.

Rosaura dijo...

Tengo que decir que he sido informada de tu post de hoy por alguien cercano a nosotros, bueno en realidad me ha dicho que entrara hoy que "seguro que te interesa" y ahora que acabo de entrar me doy cuenta que lo tenía que haber hecho antes porque esta catedral, desde hace años, ha sido algo especial para mí, además me encanta el barrio de Barcelona en el que está.
Estoy de acuerdo en que lo más destacado de ella es su gran sobriedad, es pura arquitectura, sin necesidad de adornos, y las dimensiones son increibles contrastando con las calles tan estrechas que la rodean.
Me ha encantado una de las fotos porque como las calles son tan estrechas no se puede ver con mucha perspectiva y creo que nunca la había visto así.
Siempre dando en el clavo, Modestino.

Modestino dijo...

Gracias por completar tan bien mi entrada, Rosaura.

lolo dijo...

Tampoco yo la recuerdo mucho por fuera, pero nítido su interior y alunas sensaciones que se parecen a las tuyas. Hace ya muchos años, aún no había turistas por allí. Su luz me pareció mística del todo, y esa sobriedad de la que hablas, generosa y perfecta. Me impresionó mucho, y tengo ganas de volver algún día. Es uno de esos sitios que te dejan ganas de volver por el poso que te dejaron.