9 de marzo de 2010

Eurovisión 1978: Apareció Israel



En 1978 el Festival de Eurovisión aún tenía cierto predicamento; evidentemente, no estaba en la cabecera de la calidad musical y eran tiempos en los que nuevas apariciones como Mike Oldfield, Pink Floyd o Supertramp, por citar algunos, habían entrado con fuerza en los gustos musicales de medio mundo, pero todavía eramos muchos los que manteníamos el hábito de preocuparnos por quien nos iba a representar en el Festival y asumíamos la noche del sábado en que se celebraba como momento de reunión. Ese año RTVE había elegido para asumir la representación de España en el Festival a un joven canario llamado José Velez, un hombre espigado y con sonrisa "Profidén" que había cosechado muy buenas ventas discográficas con dos canciones de corte melódico y más bien "dulzonas" tituladas "Vino griego" y Romántica".

El gran triunfo en la edición de 1974 del grupo sueco Abba con su célebre "Waterloo" dio inicio a la época de los grupos musicales, así en 1975 vencieron los holandeses "Teach-In" con "Ding-a-Dong" y en 1976 el grupo británico "Brotherhood of Man" con "Save Your Kisses For Me"; 1977 había supuesto un regreso a los solistas de corte romántico y Francia se había llevado el gato al agua con una melódica "L'oiseau et l'enfant" -los franceses hablan mucho de pájaros y niños en sus canciones- que interpretó Marie Myriam. Pero en 1978 casi la mitad de los veinte países participantes pusieron más de un intérprete sobre el escenario; el triunfador fue, por vez primera en el Eurofestival, Israel, país que había debutado en 1973 y que en 1978 consiguió el primer puesto con una canción original y pegadiza: "A-Ba-Ni-Bi", interpretada por el actor y cantante Izhar Cohen al que acompañaba el grupo "The Alphabeta". El triunfo de un país con las especiales circunstancias del judío fue todo un acontecimiento en la historia del certamen.




Los países de habla francesa seguían recurriendo a las baladas tiernas y romanticonas; es el caso de Jean Valleé, el cantante belga que ya había representado a su país en le edición de 1970, cuando Julio Iglesias se puso el traje de terciopelo azul y cantó Gwendolyne, y que en el 78 interpretó un tema que a mí me gustó muchísimo -ya abrí una entrada con esta canción-: "L'amour ça fait chanter la vie", que se puede traducir algo así como "El amor hace cantar a la vida". Valleé realizó una magnífica interpretación, acompañándose al piano, suficiente para alcanzar la segunda posición, pero incapaz de hacer sombra al grupo israelita, que venció rotundamente.



Francia jugaba en casa, pues eran los ganadores del año anterior y el Festival se celebró en el "Palais des congrès de Paris"; para la ocasión los franceses mantuvieron la tradición y optaron de nuevo por la melodía romántica, para lo cual llevaron a un solista joven y "guapetón" llamado Joël Prévost, quien interpretó un tema titulado "Il y aura toujours des violons" ("Siempre habrá violines"), una canción que cantó con ímpetu y que consiguió un meritorio tercer puesto, pasando de los cien votos -algo que solamente lograron los cuatro primeros- y dejando al país organizador en una posición honrosa, pues ya se sabe que al menos en aquella época era casi misión imposible que una nación repitiera triunfo ... aunque al año siguiente Israel rompiera la tradición y se impusiera de nuevo con el célebre "Hallelujah" de Gali Atari & Milk & Honey.



José Vélez no tuvo excesiva suerte; desde el éxito de Mocedades, que mereció un premio que perdió por cuatro votos, España había desfilado con más pena que gloria por el Festival, y Peret, Sergio & Estíbaliz, Braulio y Micky habían pasado con más pena que gloria por el concurso; Vélez, que´cantó un vals: "Bailemos un vals", quedó clasificado en 9º lugar con 65 votos, doce de los cuales se deben a la sorprendente máxima puntuación que nos dio Dinamarca. "Bailemos un vals" era un tema de los que se llaman pegadizo, aunque sonaba, la verdad, bastante cursi. No obstante, la canción y su actuación en Eurovisión sirvieron al cantante canario, que realmente se llama José Velasquez, para coger fama y dar un impulso a su carrera.



No se si alguien guardará recuerdo de algo más del certamen del 78, yo aún tengo grabadas tres actuaciones más, no tanto por su calidad -ya sabemos que el certamen eurovisivo era más bien escaso en ella- sino por determinadas circunstancias. Tal vez la aparición que hizo más ruido fue la del grupo que presentó Luxemburgo, un dúo formado por dos españolas: Mayte Mateo, nacida en Logroño y Marian Mendiola, originaria de Madrid, ambas eran bailarinas y se conocieron al coincidir en el ballet de TVE, formando un dúo que obtuvo un inesperado triunfo en 1977 con el tema "Yes Sir, I Can Boogie", que llegó a ser "number one" en Reino Unido y con "Sorry, I'm A Lady", que se oyó muchísimo en centroeuropa. La fama adquirida llevó a los mandamases de la televisión luxemburguesa a llevarlas a Eurovisión, donde lucieron su descaro y su belleza, indudable, con "Parlez-vous français?", una canción agil que parecía a priori que llegaría algo más lejos que al 7º puesto que al final obtuvieron las dos españolas.



Italia, que solamente había logrado destacar hasta entonces en Eurovisión con Gigliola Cinquetti, también eligió en esta ocasión un grupo, presentando a Ricchi e Poveri, cuatro genoveses que cantaban con buen ritmo y bastante gusto; la canción se titulaba "Questo amore" y no pasó de un triste 12º lugar. No obstante el conjunto italiano mantuvo un importante caché en la música europea y tuvo éxitos con canciones tan oídas como "Será per que t'amo", "Mamma María" y "Me enamoro de tí". El grupo genovés destacaba, además de por su buen hacer profesional, por desplegar una simpatía notable.



Dejo para el final lo que para mí fue la nota curiosa del Eurofestival, el toque pintoresco y original del mismo. Grecia, cuyo idioma peculiar nunca había favorecido la buena clasificación de sus representantes, llevó ese año a la cantante Tania Tsanaclidou, que había destacado en su país como actriz de teatro y que cantó un originalísimo tema titulado "Charles Chaplin", para lo cual tuvo la genial ocurrencia de salir al escenario disfrazada como el genial actor británico que daba título a la canción. La simpática intervención de la cantante griega fue correspondida con 66 votos, los cuales le permitieron ocupar un digno 8º lugar en la clasificación final.




4 comentarios:

ana dijo...

Siempre rescatas cosas que me devuelven a los años de la niñez. Recuerdo el duo Baccara como unas chicas muy guapas y modernas, también recuerdo a José Vélez. Y me resulta muy entrañable darme cuenta que entonces yo era tal y como es mi peque ahora.

Gracias una vez más por el recuerdo.

Modestino dijo...

En cuanto a las Baccara, ambas eran bailarinas y si te fijas, se mueven con un gran acompasamiento ... posiblemente bailen mejor que canten:).

veronicia dijo...

También yo agradezco el recuerdo... Eurovisión ya no es lo que era cuando todos animabamos a nuestro representante y esperábamos los puntos de los paises amigos como si esto fuesen alianzas estratégicas... "spain three points" lo decian en varios idiomas y que felicidad esperar a ver si los 12 eran para España... Yo sigo con cariño Eurovisón pero desde la nostalgia... Siempre quedará ABBA

Modestino dijo...

Abba fue posiblemente el mayor hallazgo de Eurovisión, aunque no podemos olvidar el "Non ho l'eta" de Gigliola Cinquetti, las "Marionestas en la cuerrda" de Sandie Shaw y, por supuesto, "Eres tíu", de Mocedades.