24 de marzo de 2010

"Angulo de reposo", Wallace Stegner













"Angulo de reposo"
Wallace Stegner
Libros del Asteroide. Barcelona (2009)
712 páginas



Sinopsis.El historiador Lyman Ward, ya retirado de sus tareas docentes, se propone investigar la memorable historia de sus abuelos: una pareja de la alta sociedad de la costa Este que en la segunda mitad del siglo XIX abandona el lugar en el que ambos habían crecido para instalarse en California, cuando este era un territorio aún por civilizar. Conforme va profundizando en los recuerdos de su familia, Lyman Ward se da cuenta de la intensidad con la que el pasado ayuda a iluminar y comprender el presente. Basada en la correspondencia de una autora e ilustradora norteamericana, Mary Hallock Foote, una de las primeras artistas en ocuparse de la vida en el Oeste americano, Ángulo de reposo retrata el esfuerzo que tuvieron que hacer las gentes del Viejo Mundo para enfrentarse a una nueva realidad geográfica, histórica y humana.

Tras dedicar casi cinco semanas a esta novela con la que Stegner consiguió el premio "Pulitzer", hay una cosa que tengo bien clara: he leído un libro formidable, excepcional. Además, pienso que he cometido el error de sacar el volumen de la Biblioteca pública, pues por un lado, se trata de un libro que vale la pena tener en casa y, por otro, cuando uno tiene que realizar su lectura con la amenaza permanente de cumplirse el plazo de préstamo tiene necesariamente que acelerar y es ésta una obra que vale la pena ir saboreando con calma, sin esas precipitaciones que corren el peligro de reducir la capacidad de absorber lo mucho que contiene la novela.

"Ángulo de reposo" contiene dos narraciones paralelas y complementarias, pues quien habla en primera persona es Lyman Ward que nos relata su actual situación: inválido por haberle sido amputada una pierna y abandonado por su esposa, mientras que a la vez -y de manera principal- relata la historia de sus abuelos, que investiga a través de sus propios recuerdos infantiles y de las cartas escritas por su abuela a su amiga Augusta Hudson. Estas dos historias llevan además a Stegner a poner un contrapunto entre dos épocas, comparando la historia de amor y abnegación de sus abuelos frente a su actual situación de desamparo y ruina familiar.

Salta a la vista que la parte principal del libro se la llevan las vidas de Oliver Ward, un abnegado ingeniero de minas que marcha al oeste a finales del siglo XIX con la esperanza de prosperar y su esposa, Susan Burling Ward, una excelente pintora y escritora que sacrifica su mundo elegante y civilizado del Este para acompañar a su marido en aventura profesional. Los distintos capítulos narran cada una de las etapas a las que la búsqueda del "Dorado" profesional lleva al matrimonio Ward: New Almaden, Santa Cruz, Leadville, Méjico, el Cañón de Boise, ... lugares donde siempre asoma la luz de la esperanza y se termina con la decepción y el fracaso. Pero a pesar de ello, no estamos ante un libro negativo, pues el autor no deja de poner en alza el carácter épico de la vida de los Ward, así como por encima de todo lo que destacaba era el amor y el apoyo mutuo de Oliver y Susan.

El libro se convierte en una enumeración de planes, esperanzas y frustraciones que se narran con detalle, enriqueciendo el relato con abundanten descripciones de lugares, paisajes y personas. El ambiente duro y primitivo de los hombres del Oeste, su condición de seres primarios, ausentes de la distinción y la cultura del mundo de donde proceden los protagonistas va forjando la vida de ambos, especialmente la de Susan, una mujer que se sabe adaptar a un mundo hostil y carente de todo refinamiento. Las dudas, la tentación de la infidelidad y el drama familiar también tienen su sitio en este magnífico libro.

No me resisto a dejar de reflejar una descripción contenida en el libro que define muy bien cómo eran sus personajes principales: "Como practicante de la mirada oblícua sé que el abuelo trataba de hacer, mediante la iniciativa personal y con los recursos financieros de una sociedad anónima pequeña y combativa, lo que sólo en
última instancia el inmenso poder del gobierno federal resulto capaz de hacer. Eso no significa que fuera tonto o estuviera equivocado. Sólo era prematuro. Su reloj tenía puesta la hora de los pioneros. Acudía a trenes que todavía no habían llegado, esperaba en andenes aún no construidos, junto a las vías todavía sin tender. Como muchos otros pioneros del Oeste, había oído sonar el reloj de la historia pero había contado mal las campanadas. La esperanza siempre iba por delante de los hechos, lo posible oscurecía los contornos de la realidad".


En ocasiones la lectura corre el peligro de hacerse premiosa, fundamentalmente porque Stegner no nos cuenta aventuras, sino vivencias, pero vale la pena aguantar el estirón y perseverar en un libro que vale la pena, sin ninguna duda.


8 comentarios:

Mariapi dijo...

Modestino, estoy leyendo el libro que referencias, casi empezando(gracias por no "destriparlo")
Me ha atrapado, pero no con la fuerza del que me llevó a comprarlo: "En lugar seguro". Descubrí a W. Stegner y uno de los mejores libros que he leído.

ana dijo...

W.Stegner es un autor totalmente desconocido para mí. Y desde ya lo tengo pendiente. El título de la obra que referencias es muy sugerente... Ángulo de reposo.

Que sea un estupendo día para todos!

Modestino dijo...

He leído y escuchado varios comentarios sobre "En lugar seguro" y todos, sin excepcvión, han sido muy positivos; yo aún no lo he leído.

Dicen que "Pabellón de reposo" es el mejor libro de Stegner, aunque vete a saber. Eso sí, a mí me costó cogerle el truco, más o menos creo que logré coger el ritmo hasta aproximadamente la página 100.

Feliz día a todos también¡¡¡¡

veronicia dijo...

Modestino con los libros tengo una debilidad… me gustan tanto que no puedo separarme de ellos, por eso cuando los cogía de la biblioteca y luego los tenía que devolver terminaba por ir a la librería a comprarlos.
Claro que no era lo mismo… el que había comprado estaba nuevo, no era con el que había compartido mis risas ni mis lagrimas ni mis ojos enrojecidos… por eso poseo mis libros que tan buenos ratos me han dado...
Y así también se me van acumulando libros por leer, como pequeños buenos propósitos, entre los que desde hace un tiempo incluyo los que tu me vas sugiriendo.
Saludos a todos.

Máster en nubes dijo...

He regalado libros de Stegner aconsejada por un par de amigos... pero yo no lo he leído, qué desastre. El Asteroide es una editorial estupenda, y la ha montado un chico joven, una maravilla ver que estas cosas salen adelante...

Pero ¿qué no habrás leído tú, Modestino?

Modestino dijo...

Efectivamente, los libros del Asteroide suelen ser garantía de calidad; también me parece excelente el trabajo que hace la Editorial Acantilado que está desempolvando autores formidables como Stefan Zweig y Joseph Roth.

molinos dijo...

¿Por qué no había pasado yo por este blog?

Lei "En un lugar seguro" este invierno y me encantó..asi que un día paseando por la libreria este verano en busca de algo que comprar..vi "Angulo de reposo" y me llamó. Me ha encantado, creo que más que "En un lugar seguro". NO voy a decir nada más porque tu lo has dicho todo estupendamente.


Lo terminé hace días y sigo dándole vueltas a Susan y Oliver y a Lyman....

voy a brujulear un poco por aqui

Modestino dijo...

Bienvenida al blog, yo también sigo tus "cosas que te pasan" y suelo esperar con expectación las periódicas lecturas encadenadas, que me han dado ideas unas cuantas veces.