7 de abril de 2009

En la muerte de Mari Trini



Esta mañana nos despertábamos con la noticia del fallecimiento de Mari Trini; a quienes crecimos a la sombra de la tele en blanco y negro, el tocadiscos de plato y los 40 principales se nos ha hecho un agujerito en el corazón. Mari Trini, como Julio Iglesias, Massiel, Nino Bravo, Mocedades o Victor Manuel, entre otros, eran las caras que aparecían en los singles de vinilo que nos regalaban para nuestro cumpleaños.

Mari Trini tenía una personalidad notable y cuando buceas en su primera historia descubres que antes de saltar al estrellato se formó en Londres y París, a la sombra de personas del nivel de Nícholas Ray y Peter Ustinov y siguiéndola estela de Edith Piaf, con quien siempre se le comparó. Comenzó interpretando canciones de otros -Patxi Andión, Aute, ...- pero él éxito le llegó bajo la etiqueta de Discos "Hispavox", todo un emporio español de la época, arropada por Waldo de los Ríos y Rafael Trabuchelli. Mari Trini se revela como una compositora de nivel.

Hay muchas canciones inolvidables de la cantante de Caravaca de la Cruz, pero yo no tengo ninguna duda con cual me quedo: "Amores", su primer gran éxito, un tema que llevo casi cuarenta años tarareando cuando necesito animar el sentimiento. La letra es preciosa y pienso que se trata de una de esas canciones que nunca pierde actualidad.




Hay otras cuatro canciones de esa primera época que me parecen también espléndidas: "Cuando me acaricias", "Mañana", "Un hombre marchó" y "Vals de otoño". Las dos contienen ese intimismo especial que ponía la gran cantante al interpretar sus temas. Mari Trini no era especialmente guapa y arrastraba las secuelas de una grave enfermedad que la tuvo en la cama hasta los 14 años, pero eran teóricos obstáculos que solamente sirvieron para superarse cada vez más a sí misma y para asumir una personalidad y un carácter especial y atractivo.











La carrera de Mari Trini fue evolucionando y siguió aportando canciones hermosísimas al patrimonio de la música ligera española, aunque yo siempre recordaré especialmente sus dos primeros discos: "Amores" y "Escuchamé". Como muestra de canciones posteriores dejo dos que se vendieron como rosquillas: "Yo no soy esa" y "Una estrella en mi jardín".






Descanse en paz Mari Trini, los grandes artistas tienen la ventaja de que siempre quedará su obra.








7 comentarios:

sunsi dijo...

Lo sabía, Modestino. Sabía que no pasarías por alto el fallecimiento de Mari Trini. Desde luego, se lo merece. Le has hecho un post tan completo y riguroso, que seguro está sonriendo de agradecimiento desde alguna estrella de algún jardín.

Han dicho en la tele que era una mujer con salud de cristal y voz de acero. Me ha gustado este paralelismo.

Gracias y un saludo

Yo también me pongo y le dedico algo...

Modestino dijo...

Al parecer tuvo una enfermedad deniña que la marc´´o para siempre, pero parece que a la salud frágil le añadía una voluntad firme para sobreponerse.

Tintin dijo...

Indudablemente desaparece una artista que tenía un halo especial de categoría y señorío.
¿A que da la sensación de ir quedando pocas personas así de serias en su trabajo artístico?

Modestino dijo...

Pues sí, deber tener razón. Cada vez quedan menos de la vieja escuela.

annemarie dijo...

Yo no conocía a Mari Trini, y algunas de las canciones que has puesto me encantaron.

Brunetti dijo...

Si he de ser sincero, Mari Trini me empezó a gustar y comencé a admirarla cuando ya era bien adulto y había desaparecido por completo del panorama musical. En su momento de máximo apogeo, la odiaba cada vez que salía en aquellos programas de televisión del sábado por la noche. Lógicamente, no entendía nada de lo que quería transmitir con sus canciones. Y como, a mayor abundamiento, la mujer no era muy guapa que digamos....

Me pasó con Mari Trini algo parecido a lo que suele suceder con el vino, que no comienza a gustarte hasta que has cumplido 'treintaytantos'...

Feliz Pascua a tod@os.

Modestino dijo...

Hay muchas cosas en la vida que uno comienza a valorar cuando va llegando a la condición que un viejo amigo mío bautizaba como de "madurete". El vino, efectivamente, es un ejemplo, y también lo podrían ser determinada literatura y determinado cine, o, como es mi caso, el pescado como plato preferente a la carne.

Feliz Pascua a tí también, feliz viaje y recuerdos a los amigos comunes.